Las telecomunicaciones, un negocio de proximidad: el éxito imparable de los operadores locales

En medio de la constante apelación a la digitalización de la economía, que en España merece incluso un ministerio cuya denominación parcial es «transformación digital», llama la atención el rápido crecimiento y la amplia acogida de los servicios de telecomunicaciones prestados por operadores locales.

Según un estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena para el periodo 2012-6 promovido por la patronal AOTEC, los operadores locales, entre los que se cuentan cerca de 800 empresas repartidas por todo el país, representan cerca del 3% de los ingresos de banda ancha fija y móvil (a través de acuerdos con los operadores de red) y de televisión de pago, con ingresos que crecieron en esos cuatro años, en un entorno menos propicio para su expansión, por encima del 45 por ciento, mientras los operadores nacionales y regionales veían retroceder sus ventas cerca del 10%, consecuencia de una disputa intensa de cuotas en la que los locales no obstante estarían consiguiendo aumentar su participación.

Probablemente los indicadores para años más recientes muestran una evolución aún más favorable de los operadores locales, a juzgar por el ritmo inversor, próximo al importe anual de los ingresos, que en 2018, último año para el que se dispone de información, se situaron en torno a 760 millones de euros. Además, el empleo directo de los operadores locales supera ya las 6.000 personas, con una tasa de incorporación de perfiles de diversa cualificación que de mantenerse llevaría a doblar el número de asalariados en las pequeñas y medianas empresas de telecomunicaciones.

Para entender el éxito de los operadores locales es necesario considerar aspectos regulatorios, de posicionamiento de mercado y financieros que respaldan eficazmente su desarrollo. En primer lugar, la liberalización generalizada en los últimos años de los mercados de acceso e interconexión, atendiendo a la necesidad de ampliar la cobertura de la banda ancha a zonas menos densamente pobladas, permite que con un coste razonable de uso de recursos técnicos ajenos los operadores locales puedan ofrecer servicios con una calidad objetiva equiparable a la de los operadores de red, cuando compiten con ellos en el mismo territorio y en general, salvo por lo que concierne a contenidos de pago en régimen de exclusividad, agregando valor para los clientes con fórmulas de conectividad y entretenimiento similares a las de otros operadores fuera de su territorio.

Cabe preguntarse si más adelante podremos asistir a un proceso de concentración de operadores locales

De hecho la demarcación en la que los operadores locales prestan sus servicios forma parte de su modelo de negocio, al crear un sentido de pertenencia a la comunidad, a menudo cimentado en concursos públicos y acuerdos con Administraciones locales y basado en el trato personal y el reconocimiento frecuente, apoyados en la proximidad y la intervención de distintos agentes de comercialización y servicio del entorno empresarial de la zona que en algunas casos participan en el riesgo del negocio (tiendas de electrónica o informática, electricistas/antenistas).

En el plano financiero, los operadores locales demuestran saber aprovechar las ventajas con las que contrarrestar su falta de escala: una estructura de costes liviana, consecuencia de una organización ágil y reciente, sin costes históricos que tienden a lastrar la generación de valor para clientes e inversores y una gestión económica con separación cuando menos virtual de los negocios de servicios y de infraestructuras, especialmente cuando estas últimas se financian parcialmente con ayudas públicas con un régimen estricto de fiscalización. Así, no obstante su reducida cifra individual de ingresos, los operadores locales, una vez consolidados, consiguen en la mayoría de los casos perfiles financieros estables, a juzgar por los márgenes de los que se conocen y su amplio acceso a capital para financiar su imparable crecimiento. Indudablemente, la alentadora trayectoria comercial y financiera de los operadores locales supone un cambio de paradigma en el modelo de referencia en las telecomunicaciones.

Aprovechando ciertas externalidades, creadas por el uso del dominio público (por ejemplo, espectro radioeléctrico libre), la preexistencia de recursos técnicos de terceros, accesibles a un precio justo y la confluencia del interés general, que promueve la extensión de la conectividad como palanca de crecimiento económico y cohesión territorial, los operadores locales, con vocación de personalización de sus propuestas de valor y de rápida adopción de innovaciones en el ámbito de su actividad, contribuyen a la atomización de la oferta, aumentando las opciones para los clientes, con atributos específicos para competir de manera novedosa en servicios indiferenciados.

Cabe preguntarse si más adelante podremos asistir a un proceso de concentración de operadores locales que, sobre la hipótesis de mejorar su oferta, la calidad de su servicio y sus resultados económicos, a través de las sinergias resultantes, puedan basar su éxito en su tamaño, conforme al principio de costes marginales decrecientes y aceleración de las ganancias asociadas a la eliminación de ineficiencias.

Pero, ¿y si nunca se hubiesen incurrido? Eso precisamente es lo que estaría ocurriendo al aprovechar la asequibilidad de las capacidades ajenas de procesamiento y almacenamiento de la información «en la nube», sin incurrir en cuantiosas inversiones, de poder adaptar instantáneamente las ofertas gracias al análisis de información suficiente, anticipando con sistemas de inteligencia artificial una respuesta favorable del público objetivo y, especialmente, si sus organizaciones evolucionan de manera acompasada con el número y características de sus clientes, por no decir cuando el operador llegue a ser una figura instrumental, potencialmente adscrita a un ente colectivo, público o privado, sin fin de lucro, orientada a la provisión continuada y conveniente de los servicios de telecomunicaciones que requieran sus beneficiarios.

tomado de: https://www.eleconomista.es/tecnologia/noticias/10386420/02/20/Las-telecomunicaciones-un-negocio-de-proximidad-el-exito-imparable-de-los-operadores-locales.html

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